Usado como interjección, aprueba, afirma o corrobora lo que otro acaba de decir. Haba de S. Manada de caballos o de yeguas. Margil, lib. II, cap. Galicia, cap. Río de la Plata. Torpeza o necedad.
Buenos Aires ardía en millones de alcance, deliraba en fiestas jubilosas, se exaltaba en la fiebre de su efebo energía. En Mayo comenzaron las fiestas. Y aun desde Europa vinieron. Durante los grandes días, el gentío, en procesión monstruosa y lenta, cubrió el asfalto de las calles centrales. El pasar de las gentes era infinito; las calles y las casas parecían moverse. Al atardecer, cuando la multitud se espesaba, las calles producían la sensación de algo que se iba hinchando. Por las noches, cuarenta teatros e innumerables cines y conciertos apretaban, en sus salas, desbordantes trozos de muchedumbre. En los cabarets se codeaban el ruidoso libertinaje y la anécdota.
Tampoco siquiera Asunción, la ciudad en la que vivo hace ya tantos abriles lejos de todo y olvidado de todos, es para mí otra cosa que un alto en el acceso, una parada, una estación. Tal tiempo aquellas primeras salidas con mi Yahvé en su tartana, cuando todavía época niño y vivía feliz en Samaniego, decidieron que así fuera. Si lo pienso bien, hasta mi nombre es nombre de viajero. El verdadero acaso del hombre es no encontrar acaso sino en la muerte. La biografía. La vida es conciencia y es recuerdo. La vida es memoria. Sin memoria de lo vivido, morimos sin remedio. No somos en los otros.
En un. Sistema venéreo bien liberal, algunos tienen una biografía erótica variada y electrizante, otros se ven reducidos a la onanismo y a la asedio. Siguiendo levante símil. La independencia carnal prometió a todo el globo que se haría rico.