Como que haber aprendido sobre ello hace que todo cambie para siempre. A mí me pasó cuando aprendí cómo se hacían las caricaturas cuadro a cuadro, y luego no podía ver El Correcaminos sin pensar en que cada uno de esos movimientos eran muchos dibujos a la vez. Y me pasó con el feminismo. Lo entendía como un montón de viejas histéricas, que odian a los hombres, que no quieren afeitarse las axilas y que exigen derechos que ya tenemos. Podemos votar, podemos decidir sobre la maternidad, podemos estudiar. Mi interés en el tema se fue despertando poco a poco, al descubrir que muchas mujeres que admiraba eran feministas. Si eran tan inteligentes y maravillosas, probablemente había algo del feminismo que yo no entendía. Comencé entonces a ponerle atención a mis amigas feministas, a los artículos que compartían en sus redes, a los argumentos que tenían.
Sin embargo, pronto vuelve a enfrentarse a su cruda realidad, la de una hija ilegítima, pobre y sin bienes. El destino quiere darle una segunda oportunidad cuando entra a servir en casa de Benedict, aunque él no reconoce en ella a la hermosa joven a la que … Como en el cuento de Cenicienta, Sophie ve una noche cumplirse su alucinación. El destino quiere darle una segunda oportunidad cuando entra a servir en casa de Benedict, aunque él no reconoce en ella a la hermosa joven a la que lleva abriles buscando. Ella es ahora una simple criada, incapaz de revelarle la realidad.