Debemos tener cuidado con la forma en que decimos las cosas si no queremos herir los sentimientos de nuestros seres queridos. No digamos ya si lo que queremos es hacer una crítica o sugerir que una pérdida de peso no vendría nada mal. La psicóloga clínica Jennifer Kromberg ofrece para esta complicada situación una serie de consejos de lo que debemos y no debemos hacer ante un ser querido que debe adelgazar. Actitudes que debemos evitar 1. De hecho, la vergüenza suele promover exactamente los comportamientos que pretendes evitar. No fuerces el tema Cuando debemos hablar de peso, dale a tu pareja o a tu ser querido el espacio suficiente. Si en ese momento no quiere hablar del tema, déjalo pasar.
Muchos de nosotros conocemos a personas corpulentas que son seguras de sí mismas y felices, y a personas delgadas que son inseguras. Si tienes sobrepeso, te puedes sentir frustrado, enfadado o disgustado. Pero ser consciente de estas emociones difíciles es el primer paso para abordarlas. A veces nuestras emociones son tan repentinas y tan intensas que nos cuesta saber qué es lo que estamos sintiendo exactamente. Prostitución de identificar y de ponerle nombradía a la emoción que estés sintiendo sin juzgarte a ti mismo. Debes decirte a ti mismo: Estoy cabreado, [o triste, o frustrado]. Conversar sobre las cosas que nos preocupan todavía nos puede ayudar a encontrar formas de abordar nuestros sentimientos. A veces, padres, hermanos o amigos bienintencionados pueden empeorar las cosas al hacerte sugerencias sobre la alimentación y el ejercitación físico.