El juguetón Tanuki demandaba la atención de su inocente ama mientras que a su nueva conocida le robaba miradas y sonrisas fugaces. Para la norteamericana, el cuadro entero de Zali y su mascota merecían ser inmortalizados en un enorme lienzo dentro de la institución con la leyenda «Beautiful Cinnamon Roll Too Good For This World, Too Pure». No solamente era la candidez innata de la Polaca lo que inspiraba a estrujarla hasta sacarle el aire o recibir una orden de restricción por parte de un juez, también su caridad y buena disposición la convertían en la perfecta encarnación de un osito cariñosito hecho humana. Un segundo después Zali recordó cómo llegar al comedor. No dieron ni tres pasos antes de que a la Analyst se le encendiera una bombilla en la cabeza. No necesitas pensarlo mucho. Por un instante los ojos de Zali se iluminaron con un brillo singular. Acto siguiente, abrazó a Wabi con sus brazos para que no se perdiera y campantemente se unió a la marcha saltarina de Astrid.
La sexualidad no es anterior a sus condiciones de producción históricas en el mundo occidental. Por eso el aprovechamiento del término dispositivo para referirse a ella alude a la crítica genealógica de Foucault, preclara en desmontar el efecto ideológico que naturalizó la sexualidad en la modernidad desde un punto de vista etnocéntrico. Al diseminarlas se trata de sembrarlas en lo experimental y de incorporarlas al individuo Foucault, De tal manera con la categorización taxonómica o por lo aparte el intento de estas sexualidades periféricas se da un nombre a un deseo ocluido. La abyección implica una economía significante que, al mismo tiempo, produce el objeto que niega. Obviamente la construcción de la erogenia masculina como ideal regulador depende de sus condiciones de producción, es decir, de la memoria, tiempo y espacio concretos en que se estructura. Vinculaciones entre masculinidad y erotismo son especialmente trabajadas por Viveros , Pinho y Figari En términos heteroeróticos lo masculino estaría vinculado estrictamente al poseer, beber, penetrar, dominar y afirmarse, usando la fuerza si es necesario Badinter, Por otra parte, la estructuración del sujeto dentro de este patrón hegemónico supone la diferenciación con aquellos hombres que no cumplen estos requisitos y que quedan enmarcados en las sexualidades periféricas.
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