Su cara oscura'. Tocaia fue un pequeño poblado al sur de Bahía, en la región del cacao, que se transformo en una importante ciudad llamada Irisópolis. Quise descubrir y develar su cara oscura, aquella que fue barrida de los libros de historia por infame y degradante Los verdaderos constructores de una ciudad no son los que inauguran la plaza con su busto, sino la gente simple, del pueblo'.
Apalabrar de entender entonces lo que ocurre con aquel sector de población implica, en primera instancia, la pertinente referencia al contexto en el cual una juventud específica, y no otra, se desenvuelve, expresa comportamientos, gustos, opciones de vida, esperanzas o desesperanzas que la caracterizan. La historia, la tradición y la cultura son igualmente, y de modo sustancial, claves para determinar procesos y conductas y a estos indicadores por cierto no escapan los jóvenes. Son jóvenes ofreciendo jóvenes propuestas, en un contexto de desarrollo capitalista en un caso y de reformulación laborista en el otro, en continentes a los que en cierto sentido, podríamos denominar viejos. Otro es el albur de los jóvenes de América Latina. Nuestros jóvenes aquí consumen conductas, ensayan propuestas, asumen tempranamente responsabilidades que no se condicen con las pautas tradicionales, se organizan, reclaman formas de aportación en contextos marcados por el subdesarrollo y la dependencia, por las ausencias o por las luchas que anhelan concretar esperanzas, en un continente que, en relación a los otros señalados, podríamos definir como joven. Por lo anterior, tratar de entender a nuestros jóvenes a partir de un alusivo como el de la Comunicación Social se hace pertinente porque es casualidad en este espacio donde los jóvenes, a pesar y muchas veces por encima de, han logrado sentar formas de presencia, manifestaciones y proyectos que en unos casos se subordinan y en otros procuran revertir el orden establecido y las condiciones de biografía que nos caracterizan. Otros siguieron actuando, las motivaciones sobraron, los estallidos críticos de las condiciones materiales de nuestro tiempo se han sucedido y multiplicado. Actores, espectadores y etcéteras han sido conmovidos, no son épocas de lago e inmovilidad. El reloj ha sido el rey, la lógica del minuto y el segundo ha digitalizado la vida toda.
Un momento memorable fue cuando nos enteramos de que la Frau sabía interpretación. Fue allí cuando acudimos incansablemente a que descifrara los entrañables misterios en nuestro subconsciente, para luego responderle con risas nerviosas y miradas de luceros asombrados ante la magia precisa y desconocida. El día de mañana, cuando disfrutemos de nuestros logros, parte de ellos te los deberemos a ti, un gran ser que dejó su marca inolvidable en cada uno de nosotros. Alejandra Pérez A. Ro es muy capaz de mantenerse centrada y con una imperturbable paciencia. Cómo enterrar cuando llegó al curso y todos la comenzamos a llamar Rosario.