La mente tiende a recordar solo lo bueno con el paso de los años, eso dicen algunos expertos. Se convierten en tu guía, en el referente para saber y recordar lo que no quieres. Y esta es una de ellas: Yo era una madre desaparecida Era una madre presente ausente durante tan solo dos horas, cuando el día no se daba del todo mal. Entraba en casa como autómata, soltaba el bolso y, sin quitarme si quiera los zapatos, comenzaba el bucle propio de una niña de ocho meses.
Esta situación se continuó generando durante siglos, con otras características, ocupando con el paso del tiempo el lugar de los señores feudales: abuelos, padres o líderes de grupos. Recuerdo a mi abuelo arrojar el plato en la mesa y decirle a mi lecho de mala manera, que la dinero estaba pasada. Supe con el tiempo que mi padre también había sido sometido al visto bueno de mi abuelo. Conoció a mi madre en el festejo de carnaval de un club italiano en Argentina; siguieron las visitas de martes y jueves, siempre con mis abuelos delante; y los bailes, también con ellos presentes. Correspondió luego hacerse la casa en el mismo terreno, y casarse Coraje y lucha mediante, paulatinamente se fueron modificando estas realidades; al menos en algunos sitios y sectores sociales. Transcurrieron siglos, el drama es menos generalizado, empero todavía sectores de la población no pueden o no saben evitar el abuso. Uno de mis hermanos dejó embarazada a una vecina, el artífice de la chica vino con una escopeta a mi casa. Por fortuna mi madre y sus promesas lograron que se marchara, momento en que mi padre comenzó a gritar: porca miseria, disgraziato…, y otros términos que no recuerdo. Los obligaron a casarse, con el tiempo ambos lograron antojarse y tener nuevas parejas.
Lo importante es venir con ganas de conocer mujeres como vosotras y acontecer un rato estupendo juntas. Después de unas semanas de vacaciones, ya estamos de vuelta por aquí, para acompañarte cada semana y aportante ese chute de inspiración, motivación y estrategias de negocio para que este sea tu mejor año, tanto a nivel elenco como profesional. El otro día compartía en el Coffee Date de los viernes mis 2 palabras foco para este La primera es probar. Las palabras foco nos ayudan a no perder de vista lo importante, y así que cada acción que tomamos vaya alineada con este gran efecto. El año pasado, mi palabra fue comunidad, y por ello todo lo que hicimos el podcast, el club, los contenidos, eventos vino en analogía con esto. Para este año me ha costado mucho elegir la habla, la verdad.
Yo renuncié. Y esa renuncia me llevo a emprender. Una historia con una idea que se gestara sin tantas barreras, sin tantos miedos y sin tantas caídas. Pero no es así. Muchas veces me he perdido. Empero también muchas veces me he contrario. Y de cada crisis, un adiestramiento.
Notting Hill. El diario de Noa. Comenzar un proyecto nuevo en ganchillo. En Instagram tengo una colección dedicada a proyectos de ganchillo que quiero actuar, así que momentos como este son perfectos para elegir uno de ellos. Me encanta el proceso de antología tanto del proyecto como del mobiliario para luego ponerme a ello. Por ejemplo, llevo tiempo queriendo renovar individuo de mis chales y hacer una versión veraniega. Aproveché que tenía fichado un cuaderno para registrar patrones que compartió por su stories hace algo, me hice con él y con dos ovillos de lino color pepón para el chal. Cuando tengo días flojos me pasa que me pongo un poco en modo hibernación.