En ocasiones, los recuerdos nos invaden de tal manera que parece imposible encontrar las palabras adecuadas para transmitir nuestros sentimientos. Para acompañarte en este proceso, en este nuevo post de Frases de la Vida hemos recopilado las mejores frases de te echo de menos. El libro de los abrazos, de Eduardo Galeanocomienza sentenciando que «recordar», del latín re-cordis, es «volver a pasar por el corazón». También se puede apelar a las palabras de César Isella, quien afirma que «uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida». Y es que la ausencia puede sentirse como un hueco ensordecedor en el cual evitamos caer a toda costa. Extrañar no es nada sencillo. Ahora, sonríe. Para dotar de palabras a la nostalgia y al dolor que toda pérdida o distancia conlleva, te regalamos estas frases de te echo de menos. Las mejores frases de Te echo de menos 1.
Las flores Le habló de la faceta de todas las cosas y fue aprendiendo todo aquello que durante vigésimo años no supo, porque en su casa siempre estaban muy ocupados trabajando. No había tiempo para enseñarle a diferenciar la forma del pétalo de una margarita del de una rosa, nunca se sentaron a leerle un poema o un cuento, ni le hablaron de los diferentes colores del mar. Cuando apareció él, dejó de sentarse durante horas en el patio sin ocuparse de nada, solo, mirando sin ver y comenzó a interesarse hasta en las mínimas cosas. Él le consiguió varios libros escritos en braille, le grabó cassettes con hermosas canciones, le llevaba a la acera del río para que aspirara con el olor a «aromitas» que venía del norte y escuchara el chac, chac dulce de las olas al chocar contra las piedras de la orilla. Él le quitó el bruma que le impedía ver el lado bueno de todo Pero como la felicidad es sólo rayos calentitos de sol entre días de lluvia, le contó que iría a estudiar a otro país, que era inevitable porque le dieron una beca solicitada abundante antes de conocerla. Trató de consolarla prometiéndole una carta cada quince días y su amor y pensamiento todas las horas del día.
La mayoría de los jugadores de videojuegos eligen entre dos opciones, ganar el juego o morir heroicamente. En ambas existe gloria. La vida se parece mucho a un videojuego, solo que se necesitan como mínimo al aparte dos jugadores. Siempre que mi consola de videojuegos no quiere funcionar, la trato como a un bebé para que reaccione. Cuando mi amigo me vio jugar por primera vez, se quedó muy sorprendido por todas las genialidades que puedo hacer. Aquella adonde la chica es Otaku y el chico un jugador nato. Un juego puede gustarte tanto que lo terminas jugando en el día, por la noche, sueñas que lo juegas y cuando te levantas, lo sigues jugando.
Qué no decir a alguien con bache 1. Le ayudas y le proporcionas el apoyo para que pueda hacerlo. La persona no decide sentirse «feliz» o «infeliz», ni tampoco desanimarse o dejar de disfrutar de las cosas. Motiva y dale apoyo para que pueda retomar poco a poco la vida que tenía antes. Esto no quiere decir que no estén sintiéndose mal emocionalmente. Puede ser un malestar invisible para ti o para otras personas, pero ese malestar existe dentro.