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Cómo seducir y excitar a una mujer mayor

La mujer soltera a 554246

No nos cansamos de pensar que el amor, el verdadero amor, debe ser para siempre. Incluyen desde un encuentro sexual, hasta una relación amorosa que se intuye temporal. En síntesis, conocerse y conocer, recuperarse y acompañar. Los amores de entretiempo permiten no sólo avanzar en el proceso de recuperación amorosa sino primero descubrir qué es adecuado, constructivo, deseado y oportuno para el momento presente. Generalmente atravesar este desconcierto te permite llegar a un punto de libertad para elegir lo que quieres y no lo que debes.

El pensamiento de hacer lo que dice el hombre y pensar sólo en el él ha cambiado. Ahora es la mujer la que tiene el poder y la que tiene sus propias fantasías sexuales. Las mujeres todavía tienen las suyas, aunque no siempre lo expresen verbalmente. Afortunadamente esto ha cambiado y no sólo por el bien sexual de la mujer estrella también del hombre. La mujer pide igualdad en todos los campos, y la carrera hacia esta igualdad todavía incluye al plano sexual.

Ogro de amor, Delmira Agustini. En el seno de la sociedad de América del Sur, desgarrada a principios del siglo XX entre la tradición y el cambio, se destacan tres poetas: Delmira Agustini uruguaya; Teresa Wilms Monttchilena y Alfonsina Storni argentina. Las tres viven circunstancias signadas por la marginalidad, deben luchar contra el peso de la tradición y los prejuicios de la sociedad de la época y enfrentarse a la muerte como aprobación simbólica y real de su actitud. Viven vidas cortas e intensas, escriben a contrapelo de la literatura oficial. Transgresoras del stablishment ninguna ocupa el lugar que la sociedad tradicionalmente asignaba a la mujer. Teresa Wilms se separa de su marido, ama a otros hombres pero es sancionada por su familia y confinada a un convento, desde donde se le prohíbe ver a sus hijas. Resabios de la sociedad colonial que acostumbraba a usar esos recintos como prisiones de las hijas rebeldes de la academia chilena de principios de

De modo que en ocasiones cerraba los ojos e imaginaba: soñaba despierta con situaciones excitantes, se ruborizaba fantaseando con alguien que la tocaba, besaba y acariciaba Sin embargo, mientras esto pasaba por su cabeza nunca se dejaba llevar, nunca llegó a masturbarse, sus sentimientos eran contradictorios. A la tiempo que se excitaba imaginando, una vocecilla en su interior le decía que aquello estaba mal, que no debía imaginar esas cosas, que una quebrantamiento no era nada deseable sino poco horrible y que por imaginarlo le iba a ocurrir. Todo eso la hacía sentirse mal así que intentaba no pensar en ello, procurando eliminar aquella fantasía de su cabeza en lugar de disfrutar de ella.

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