El ordeño de próstata puede proporcionar placer sexual. El masaje terapéutico de la próstata se remonta al menos a finales del siglo XIX, cuando los médicos comenzaron a realizarlo para tratar la inflamación de la próstata, llamada prostatitis. Cualquier persona con una próstata puede ordeñarla. Algunas personas consideran que el masaje causa dolor o que no es placentero realizarlo ellas mismas. En este caso, dependiendo del objetivo de la estimulación, una persona puede pedirle a una pareja o a un médico que realice el masaje.
A pesar de ello, la mayoría de los penes tienen un tamaño corriente. En flacidez oscilan entre los 8 y 12 centímetros y en enderezamiento alcanzan entre los 13 y 18 centímetros. Los penes por debajo de 7,5 centímetros se denominan micropenes. Esa anomalía es lo que se candela macrofalosomía. En muchos países, padres —y madres— comentan con orgullo machista y desinformado que el bebé llegó «bien dotado». Luego vienen las comparaciones en la adolescencia, la presunción de «paquete» en la primera juventud y así, durante toda la vida.
Para escribir el post de esta semana hemos hablado con Mireia Manjón, sexóloga y terapéutica de pareja y amiga de la Dra. Sandra Gómez. Y hoy le hemos preguntado a Mireia si realmente el tamaño de la vagina es importante. Ni que afuera proporcional al placer que puede provocar o a la habilidad del amo al usarlo… Pondría la mano en el fuego, y seguro no me quemaría ni un poquito, a que todos sóis conocedores de lo que mide de media el pene en España. Me lo temía. Y lo es tanto para ellos como para ellas, así que vamos a otorgarle el valor que merece.
A fin de cuentas, la imaginación es un arma poderosa que nos arrastra a lugares infinitos e insospechados, bastante frecuentemente menos decepcionantes que aquellos que la realidad nos propone Publicidad Así, si creías que la playa nudista era coto exclusivo de aquellos que atesoran un misil entre las piernas, que sepas que ese cohete puede ser un balín comparado contigo a la hora de excitarse. Esto lo saben muy bien los fabricantes de condones, quienes periódicamente elaboran sus aprendizaje y fabrican sus productos con avío a ellos. Pero si las diferencias con tu amigo tal vez no sean tan acusadas como imaginabas, la etnografía hace ciertos algunos tópicos y demuestra que el tamaño del nabo erecto varía sustancialmente de una abolengo a otra.
Para encender algunos lavarropas hay que boicotear el botón de encendido por un cierto tiempo y con una cierta intensidad. Si la presión que le aplicas es muy suave, no pasa nada. Salvando las distancias, algo analógico ocurre con el orgasmo femenino. Si la acarician de la forma correcta, una mujer puede alcanzar tal grado de éxtasis que, por unos segundos, el mundo deja de existir. Bebedero de la imagen, Thinkstock Pie de foto, Aunque el hombre y la mujer experimentan el orgasmo de faceta diferente, ambos muestran la misma acción cerebral durante el clímax. En el caso contrario, el resultado es escozor, frustración o sencillamente la nada misma. Esto representa un gran contraste con la experiencia masculina: si el macho tiene una erección, una estimulación vigorosa durante unos pocos minutos generalmente resulta en una eyaculación. Fuente de la imagen, Universidad de Rutgers Pie de foto, Komisaruk analizó el comportamiento del cerebro en el momento del clímax. Así, descubrió que pese a que las experiencias varían, ambos muestran la misma actividad neural durante el clímax.