
Es coña, las nuevas tecnologías pueden obrar milagros, pero este en concreto, todavía no. Pero al menos, mientras, podemos consolarnos con algo con lo que se han consolado millones de humanos a lo largo de la historia cuando no han tenido su ración de sexo. Sí, me refiero a la sabiduría. Porque de alguna parte tiene que venir aquello de hacerse una paja, echar un polvo o follar. Alguien tuvo que forjar aquellos conceptos, ponerlos de moda en la clandestinidad para que, finalmente, formen parte de nuestro rico y concupiscente día a día. El aspirar este polvo de tabaco por la nariz podía provocar bochornosos estornudos por lo que, los siempre elegantes aristócratas, solían retirarse a otra estancia para echarse unos polvos.
Para cuando Aspasia nació, alrededor del añada a. Pie de foto, Autorretrato de la pintora francesa Marie-Geneviève Bouliard disfrazada de Aspasia, Todo parece indicar que Aspasia alcanzó un nivel de adiestramiento inusual para las mujeres de la época y que, cuando emigró a Atenas a mediados del siglo, instaló una escuela para jóvenes, que unos dicen era un salón intelectual y otros, un burdel. Y quien le agradó fue nada menos que Pericles.